Llegaremos a tiempo ha sido el lema de la Convivencia Parroquial de este año los días 7 y 8 de marzo. En más de una ocasión hemos escuchado esta expresión «más vale tarde que nunca», que significa que es preferible que hagamos algo después de los previsto a que no lo hagamos nunca, ya que por lo menos lo habremos hecho. es mejor llegar tarde a una cita, a que dejemos plantada a la persona con la que habíamos quedado. Teníamos muchas ganas de que llegara , porque es un momento para crecer y afianzar la amistad con Jesús y con aquellos que seguimos a Jesús.
Siempre hay horas en el día que nos gustan más… las dos de la tarde porque se acaba el cole, o las doce de la noche porque voy a la cama… nos sirvió de ambientación y para distribuir los equipos la tarde del Sábado. Tras unas carreras en el patio, reflexionamos sobre la importancia de hacer las cosas cuando hay que hacerlas, porque todos nuestros actos tienen sus consecuencias. De este modo presentamos imágenes que nos hacían pensar. Pintamos nuestros rostros, porque el rostro es la expresión de nuestro propio yo, simbolizando situaciones en las que queremos implicarnos más: la sonrisa, la paz, el mundo… Tras la cena, una fiesta de disfraces y una gran velada.
Lo primero que hicimos la mañana del Domingo es ofrecer a Dios nuestra jornada, así como desayunar y poner a punto la casa; salimos hacia Fuentes Blancas para tirarnos por los columpios y para jugar a la bandera. De regreso celebramos juntos la Eucaristía. Después de la comida, una gymkana ponía el punto y final a esta edición del año 2015.
Gracias a todos los que habéis participado, a las familias por hacerlo posible y a los monitores por esa entrega y tesón.
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