Durante el pasado fin de semana, 27 y 28 de febrero, un grupo de chavales de la Parroquia se congregó en la cercana localidad de Sotragero para tener un momento de convivencia a mitad del curso. A pesar de lo anunciado por los meteorólogos no nevó como se esperaba y todas las actividades salieron a la perfección.

Al llegar al pueblo los chavales se distribuyeron en las habitaciones. Lo primero que hicieron fue presentar la convivencia que se titulaba «Escucha», muy sugerente para este tiempo de cuaresma. Los monitores hicieron una representación inicial con partes musicales y fueron capaces de reconocer el timbre de muchos instrumentos; de tal manera que hicieron tres grupos: los de cuerda, los de viento y los de percusión… Hubo después tiempo para los juegos, la merienda y un taller; nada más y nada menos que un «palo de lluvia» muy sugerente.

Por la noche una gran velada de disfraces con la participación de todos, con el gran juego del furor donde ganaba el que menos musi-puntos hubiera obtenido.

Al día siguiente, era Domingo, y tras la oración de la mañana en el salón de la casa y el desayuno pusieron rumbo a Vivar del Cid, para celebrar la Eucaristía en el monasterio de Nuestra Señora del Espino, donde viven y rezan las clarisas. También preguntaron a sus habitantes algunas de las cosas que se les formularon en la descubierta vivareña. Con la comida caliente y el camino de vuelta a Sotragero, tiempo para evaluar la convivencia y sacar los propósitos para seguir caminando tras las huellas de Jesús.