Como cada final de curso, familias de la Parroquia de San Martín de Porres nos dimos cita en Fuentes Blancas para celebrar juntos la alegría de pertenecer a una comunidad de fe, esperanza y amor. El día ciertamente nos acompañó mucho.
En la celebración de la Eucaristía, Don Diego nos invitó a darnos cuenta de que la misericordia es más grande que el perdón, porque donde hay perdón hay amor. Nos invitó a darnos cuenta de las relaciones que a lo largo de la vida vamos gestando y que a veces se rompen porque el pecado hace mella en nosotros. Con el evangelio de la pecadora en casa de Simón el fariseo, nos acercamos a Jesús desde el silencio de nuestra confianza.
Después hubo unos juegos cooperativos que fueron las delicias de los mayores y pequeños. La comida fue muy compartida: cada familia había llevado incluso algo para compartir con los demás. Posteriormente tertulia entre todos. Finalmente la jornada terminó con una velada participativa, alegre y divertida, con canciones, bromas y una gran Patata Caliente.
Nosotros como familia damos gracias a Dios por la oportunidad que nos brinda la Parroquia: nuestra segunda casa. Lo primero por nuestros hijos, que merecen crecer en un ambiente sano y cristiano; lo segundo por nosotros que vemos cómo los sacerdotes y catequistas nos dedican todo el tiempo del mundo.
Una familia de la Parroquia.
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