Saludamos a los miembros de la Familia Lara Pérez. Como seguramente ya conocerán, el Sr. Arzobispo Don Fidel, ha tenido a bien confiar la responsabilidad diocesana de la Delegación de Familia y Vida a Jorge Lara Izquierdo y a su esposa, Laura Pérez Martín. Son feligreses de nuestra Parroquia y participan regularmente en la Catequesis, en la Escuela de Padres, en el Coro de Familias… Les preguntamos algunas cosas:
- ¿Cómo os dieron la noticia? ¿Por qué creéis que pensaron en vosotros?
Nos convocó a tomar un café un sacerdote al que el obispo había encomendado que pensara en un matrimonio para la Delegación. Nos dijo que venía a proponernos un regalo que nos iba a ayudar a crecer como matrimonio y
familia. Nos sorprendió mucho la propuesta porque pensábamos que sería para
algo más concreto y más pequeño. Aunque no nos conocía a fondo personalmente sabía de nuestra trayectoria en la Iglesia, fundamentalmente en el
Movimiento Cultural Cristiano, nuestra sensibilidad social y también que
éramos una familia joven con cinco hijos. Sobre todo nos planteaba que
nuestra principal tarea era ser matrimonio y familia, predicar con el ejemplo vamos. - ¿Cómo afrontáis esta tarea al servicio de la Iglesia?
Con una mezcla de sentimientos, esperanzas, anhelos, dudas, y sobre todo entusiasmo. La confianza dada efectivamente es un regalo, y queremos esparcir esa confianza dentro de la Iglesia, y también fuera de ella. Confiar en las personas, y que confíen en que la Iglesia está claramente al
lado de los matrimonios y las familias. - Hoy se habla en nuestro ambiente de «crisis de la familia», pero es el
hombre el que está en crisis… ¿qué aporta la familia cristiana a la
sociedad?
Es el ámbito primordial y fundamental de crecimiento de la persona en el amor y la entrega generosa. Es el espacio donde debe y puede tenerse esa experiencia, que es espiritual y es encarnada, no está fuera de la realidad. Por eso la familia cristiana puede y debe ser sal y luz en la sociedad. - Vuestros hijos, ¿qué os dicen?
Se preguntan qué les va a suponer a ellos. No les gustaría destacar, ni aparecer. Es una mezcla de miedo pero a la vez de sencilla humildad, que también tenemos que cuidar. No somos ni más ni menos que nadie. Tenemos encomendado un servicio y punto, y que consiste, evangélicamente hablando, en arrodillarnos a lavar los pies de nuestros hermanos. - ¿Cuáles son vuestras prioridades de cara a llevar adelante el plan
Discípulos Misioneros?
Las prioridades nos las marca la Amoris Laetitia del Papa Francisco, (enlazando con Lumen Fidei, Evangelii Gaudium y Laudato Si) que es una Exhortación fruto del trabajo de toda la Iglesia en estos dos últimos sínodos sobre la familia, en los que muchos hemos podido colaborar, también desde nuestra Parroquia. Lo podríamos resumir en que queremos estar al servicio de las necesidades de las familias, especialmente de las más necesitadas, y proclamar que la sociedad necesita a la familia. Esto se concretará en tareas como los cursillos prematrimoniales, el acompañamiento de novios y matrimonios jóvenes, y también de los matrimonios y familias rotos, o heridos por diversas situaciones, con la ayuda y potenciación del COF. Sin olvidar el impulso del protagonismo de la familia en su dimensión sociopolítica, y la defensa de la vida, de su dignidad en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte natural, así como en todas las situaciones que entre ambos momentos se pueden encontrar las familias: la falta de trabajo, de vivienda dignos, las migraciones, la educación de los hijos, la enfermedad, discapacidad …. Aquí lógicamente se entrelazará la acción de otras delegaciones y organismos diocesanos, parroquias, movimientos. Pero evidentemente la familia es un eje clave que atraviesa todo el plan pastoral, porque la familia es un eje vital para cualquier persona. - ¿Qué esperáis conseguir? ¿Contáis con el apoyo de más familias?Esperamos poder iniciar procesos de nueva evangelización, de primer anuncio, que no se harán sin matrimonios y familias dispuestos a servir y acompañar a otros. Por eso, a los que nos dan la enhorabuena les contestamos que contamos con ellos para tirar del carro, y muchos nos contestan afirmativamente. Estas tareas no se hacen de arriba abajo sino de abajo arriba. Nosotros coordinaremos, animaremos e impulsaremos, pero el trabajo será de muchos más, si no, no se conseguirá lo que hace falta, que es dar testimonio, el que vean cómo nos amamos, para suscitar el deseo de conversión a Jesús, el deseo de unirse a su comunidad que es la Iglesia.
- Un mensaje para vuestra Parroquia sería… Que aprendamos de San Martín de Porres ese trabajo callado, sencillo, que muchas veces no se ve, pero que va haciendo milagros.
Muchas gracias por este testimonio. Esta Parroquia os ayudará para que vuestra tarea y vuestro empeño sea fecundo.
Debe estar conectado para enviar un comentario.