La mañana del sábado, día 10 de Diciembre, fue muy intensa. Don Fidel comenzó su recorrido visitando a Sara, una persona mayor y enferma de nuestra Parroquia, que es atendida por su hermana Ascen. ¡Qué bien prepararon el recibimiento al Arzobispo!
Después de los saludos iniciales, Don Fidel manifestó a las dos hermanas la cercanía de la Iglesia: «cuando una persona -por lo que sea- no se puede acercar a la iglesia, es la Iglesia misma la que se acerca a ella». No dejó en ningún momento de interesarse por los demás miembros de la familia.
Y es que, en nuestra Parroquia, también tenemos un equipo de visitadores de los enfermos, de Pastoral de la Salud, que acompañan y ayudan a los que desinteresadamente lo solicitan. Los sacerdotes se acercan incluso para confesar, administrarles el Sacramento de la Unción de los Enfermos y darles el Viático.
Sara y Ascen recibieron la comunión en su casa. Don Fidel les llevó una palabra de aliento y una cercanía especial, porque como manifestaba de vuelta a la Parroquia, «los débiles y enfermos son una riqueza para la Iglesia. ¡Cuánto se aprende de ellos! ¡Cuánto bien nos hacen!»
Gracias por abrirnos las puertas de vuestra casa.
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