Comenzaron los Cenáculos

Hemos comenzado los Cenáculos de este curso. Primera impresión y primera ilusión. Hemos trabajado sobre las propias manos a la luz de una antigua parabola: «las manos atadas impiden que hagamos el mal, pero son obstáculo para hacer el bien».
Nuestras manos se unen hoy para construir una historia común codo con codo: la vida.
Aquí tienes nuestras manos, Señor; haznos caminar unidos como amigos. ¡Bienvenidos!