El gran regalo del servicio

Hay experiencias que dejan huella. Esta es una de ellas. El Voluntariado que llevamos adelante en las Religiosas Angélicas de nuestra ciudad. Hemos empezado con mucho ánimo y queremos seguir ayudando y poniendo nuestro tiempo al servicio de los demás.
Os cuento mi experiencia: Juanita es una señora de 102 años. Esta tarde me preguntó si era seminarista; le dije que ya era cura. Ella no me entendía bien del todo… «que ya soy sacerdote». Entonces vi cómo de sus ojos brotaban lágrimas de felicidad. Su oración de siempre había sido escuchada.
Don Diego.