La santidad vence…

Cercana la fiesta de Todos los Santos, la Iglesia nos recuerda cómo cada uno de los cristianos estamos llamados a ser santos: es nuestra vocación. La santidad es algo que tenemos que construir cada día, estando cerca del Señor y cerca de los hombres. En nuestra Parroquia enseñamos a los más pequeños a elegir la santidad y con frecuencia les ponemos cerca del Señor en la Eucaristía. Desde esa cercanía se puede dar el encuentro, y si hay encuentro habrá amistad profunda. Os sorprenderíais de la cantidad de cosas que se aprenden de la espiritualidad de un niño…

En unos tiempos donde no se habla de muerte pero se celebra la muerte; en unos tiempos donde el dolor asusta pero existe, nosotros creemos en la Vida y en la Vida que no termina. «Pequeños adoradores»; dejemos que los niños se acerquen a Jesús, porque de los que son como ellos es el Reino de los Cielos.