Cientos de personas nos han visitado en este 3 de noviembre, día de San Martín de Porres. Unos para seguir formando comunidad, otros para pedir protección al santo, y otros porque se dedican profesionalmente a mantener limpia la ciudad de Burgos (los miembros de la empresa SEMAT).
En la homilía de la Eucaristía solemne de la mañana, Don Jesús María Álvarez ha destacado de San Martín su humildad, su ser testigo en el mundo y su espíritu de caridad, desde lo más cotidiano, desde la oración y los quehaceres del convento.
Nuestro Coro Parroquial, una vez más, ha puesto el broche de oro a una jornada llena de emociones y sentimientos.
A él, a San Martín, le pedimos luz y audacia para intuir en cada momento lo que Dios quiere para esta gran Comunidad Cristiana.
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