Testimonio Vivo: «me di cuenta que el acompañamiento de mi hija más pequeña no iba a ser temporal»

Esther Tobalina Gutiérrez es catequista en la parroquia de San Martín de Porres. Ella disfruta como una enana con los más pequeños y acompaña sus pasos en el último estrato antes de que reciban a Jesús en la Primera Comunión. Los niños le ayudan a vivir su fe cristiana.

Preséntate, ¿quién eres? ¿A quién das catequesis? ¿Cuánto tiempo llevas?

Soy Esther Tobalina, tengo 57 años, madre de tres hijos, el mayor recién casado. Doy catequesis desde hace 7 años a los niños de Tercero de Comunión, a los que harán dentro del curso su Primera Comunión.

¿Cómo surgió la idea de dar catequesis en la parroquia de San Martín de Porres?

Cuando nuestra hija pequeña, que cumplirá pronto 14 años, tuvo que iniciar la preparación para su Primera Comunión, me dirigí a la Parroquia y constaté que había muchas actividades además que catequesis, entre ellas la escuela de padres.
Yo llevaba unos años estudiando Derecho Canónico, matrimonial y asignaturas de Teología, me encontraba buscando formación y respuestas, un momento de catarsis se dice ahora, con unos hijos de edades muy diversas: 25, 20 y 7 años en ese momento, cada uno con sus circunstancias. No sabía si estaba a Rolex o a setas, como en el chiste. Me apunté a la escuela de padres, mi marido decía que si a mi edad y con tres hijos necesitaba de escuela de padres, mal iba la cosa, que equivocado estaba.
Fue un auténtico descubrimiento, D.Jesús y D.Diego se tomaban muy enserio la búsqueda de ponentes y profesionales que pudieran dar respuestas a nuestras inseguridades como padres y como personas. Fuimos descubriendo juntos, los padres que acudíamos, caminos inéditos hasta ese momento.
Me di cuenta que el acompañamiento de mi hija más pequeña no iba a ser temporal. El Señor salió a mi encuentro, como con los discípulos camino de Emaús. Él dice: «venid a mí los que estéis cansados y agobiados», «Yo soy el camino, la verdad y la vida». Fue Don Jesús, a instancias de Don Diego, quien me propuso la posibilidad de dar catequesis, ¿yo?…¿cómo? … y me dijo Don Jesús: ¡pues como una madre de familia!
Y me pasó como en la habitación oscura que al entrar se sube la persiana….y se ve el polvo que hay. Vivo intensamente mi vocación, pero no se me ve ni de lejos el halo de santa y mira que me gustaría decir que nada me turba, nada me espanta, solo DIOS me basta. En ello estoy.

¿Cómo vives la vocación en la iglesia?

Me pasó como en la habitación oscura que al entrar se sube la persiana….y se ve el polvo que hay. Vivo intensamente mi vocación, pero no se me ve ni de lejos el halo de santa y mira que me gustaría decir que nada me turba, nada me espanta, solo DIOS me basta. En ello estoy .

¿Cómo son los niños y jóvenes de hoy?

Los niños de hoy son fiel reflejo de nuestra sociedad, no oyen hablar mucho de Dios, ¡menos mal que están los abuelos! Pero si vierais sus caritas cuando les contamos de manera cercana los hechos de Jesús, abren sus ojos como si de un Super-Héroe se tratara; les falta pedagogía. Y por eso, cuando son un poco más mayores, dicen que no creen en Dios: creen en cualquier cosa.

Lo que más te gusta de esta tarea…

Me lo paso bien. Recibo más de lo que doy, que es poco. En esta Parroquia hay muchas personas extraordinarias que he tenido el privilegio de conocer y el verdadero trabajo lo hacen estos curas Don Diego y Don Jesús, que nos lo facilitan todo. Y diría… ¡ven y verás!

¡Qué bueno, Esther, haberte oído! Que Dios te conserve en tu vocación de mujer, esposa, madre y catequista.

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