«Con tus manos nos has curado». Y, ciertamente, así es. En el GPI Junior del sábado pasado contemplamos a Jesús como ese gran médico que curó, salva y seguirá sanando a todo aquel que se le acerque. Lo trabajamos desde tres textos del evangelio: el ciego Bartimeo, los diez leprosos y la hemorroísa.
Formamos una familia que crece, que convive y que reza en la Parroquia.
Por cierto, ya nos sale mejor la supercoreografía que nos congrega cada día.
¿Se le puede pedir algo más a la tarde de un sábado?
SOMOS JUNIOR: ¡SOMOS FAMILIA!
Guadalupe, Emilia, Juanita, Teresa, Felisa, Ausencia, Domitila, Ofelia, Nati… son los nombres de las personas a las que atendemos en el Voluntariado. Sus nombres ya nos dicen algo: nos hablan de unas personas y de unas circunstancias.
Cada día, en las Angélicas, los ponemos sobre el altar. Son las personas a las que hemos ayudado por las que pedimos al Señor.
Somos ya un grupo que se va consolidando, que nos reímos juntos, que nos disculpamos, que nos apoyamos.
¡Qué bueno es dar! ¡Qué gratificante es darse!
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