El papa Francisco es un «gran devoto» de San Martín de Porres

El papa Francisco agradeció ayer la «santidad florecida» en Perú durante la oración que hizo en la Catedral de Lima ante las reliquias de cinco santos elevados a los altares en territorio peruano, entre ellos Santa Rosa y San Martín de Porres.
«Te damos gracias por los dones que has obrado en nuestra iglesia de Lima», señaló el papa durante la oración, en la que mencionó que la iglesia archidiocesana fue «fecundada por el trabajo apostólico de santo Toribio de Mogrovejo».
Agregó que fue «engrandecida por la oración, penitencia y caridad de Santa Rosa de Lima y san Martín de Porres; adornada por el celo misionero de san Francisco Solano y el servicio humilde de san Juan Macías».
Francisco participó en esta ceremonia de homenaje a los santos peruanos, a los que ha mencionado constantemente desde que el año pasado oficializó su visita a Perú, como reconocimiento al fervor que han inspirado desde hace más de 300 años en territorio peruano.
San Martín de Porres, nacido en Lima en 1579, fue un mulato, de padre español y madre negra panameña, que era el portero y barrendero en el Convento de los Dominicos que, además de su devoción por ayudar a los enfermos y pobres, tuvo en vida gran fama de milagrero.
Se sabe que el papa Francisco tiene una especial devoción por «el santo de la escoba», como se conoce a San Martín, y guarda una imagen del santo, fallecido en 1639 y canonizado por el papa Juan XXIII en 1962.

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