Hay un sitio para ti. ¡Búscalo! ¡Encuéntralo!

Por más que uno se empeñe hay veces que no encuentra su sitio en el mundo. Todos vivimos en un lugar común, sentimos parecidas cosas, pensamos a veces por igual, pero nuestro sitio es único. Nadie te lo puede quitar porque está reservado para ti.
En el Cenáculo de este viernes nos hemos preguntado por esto mismo, ¿cuál es nuestro papel en el mundo? ¿Qué sitio queremos ocupar?
«Mirad que estoy llegando, llamaré a la puerta, y si me abres cenaremos juntos.»