Judith Velasco Navarro es una joven catequista en nuestra parroquia de San Martín de Porres. Es una persona trabajadora, inquieta, alegre y reflexiva. Vinculada desde muy niña al colegio de las MM. Concepcionistas de Burgos, intenta vivir ese maravilloso carisma en la vida de cada día. Hoy quiere que la conozcamos mejor…
Preséntate, ¿quién eres? ¿A quién das catequesis? ¿Cuánto tiempo llevas?
Me llamo Judith. Soy de Burgos y estudio Magisterio de Educación Primaria. Es mi segundo año en catequesis a un grupo de niños de la parroquia que se encuentran en la etapa de confirmación.
¿Cómo surgió la idea de dar catequesis en la parroquia de San Martín de Porres?
La idea surgió a través de Don Diego. Tres años atrás estuve asistiendo a catequesis de formación de adultos, para poder recibir también yo el sacramento de la confirmación. Así conocí más y mejor la parroquia. Una vez recibí el sacramento, Don Diego me llamó para proponerme ser catequista de un grupo de niños… Esto fue para mí un gran regalo.
¿Cómo vives la vocación en la iglesia?
Esta vocación la vivo desde lo que soy, o intento ser, con una meta clara “pasar por el mundo haciendo el bien, como Jesús pasó”. También lo vivo con paz, confiando en que las semillas que vamos sembrando en los niños hagan que cada día sean tierra de bendición para los demás y, en un futuro, den fruto.
¿Cómo son los niños y jóvenes de hoy?
Pienso que los niños y jóvenes de hoy no son muy diferentes a los de otras épocas: les gusta jugar, tienen curiosidad, se sorprenden, les encanta aprender cosas nuevas, son imaginativos, etc. Lo que ha cambiado es la sociedad en la que se desenvuelven, y ellos viven desde esta realidad en la que están inmersos: una sociedad con muchos estímulos.
Lo que más te gusta de esta tarea…
Lo que más me gusta de esta tarea es poder estar con niños que me hacen ver la realidad desde sus ojos, la vida diaria desde otra perspectiva, vivir la fe desde su sencillez, y lo mucho que aprendo con ellos y de ellos.
Gracias Judith. No es fácil el anuncio del Evangelio. Pero seguro que siempre vas a poder enriquecerlo con tu propia vida. No sé si será más complicado patinar (risas), pero ten por seguro que Dios no falla y no abandona a los que ama.
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