Posteriormente, a las 19:30h. se añadió un grupo más grande de personas de la parroquia y fieles para rezar el Rosario, pidiendo en cada misterio la intercesión de la Madre de Dios.

A las 20:00h. en la nave central de la catedral comenzó la solemne Eucaristía presidida por don Diego y concelebrada por los canónigos de la sede metropolitana. El tema a tratar en este cuarto día de la novena era esta frase del Magnificat: «Desde ahora me felicitaran todas las generaciones porque el poderoso ha hecho obras grandes por mí.» Don Diego invitó a las personas que llenaban la nave central de la Catedral a felicitar a María por lo extraordinario (ser Madre de Dios) y por lo ordinario (ser discípula del Señor). En su homilía, destacó que la felicidad es un camino, no un destino y recalcó cómo María fue feliz siempre porque vio en todo la huella de Dios.

Para recordar este día, el Cabildo regaló a la parroquia una pequeña imagen de Santa María la Mayor que ya está expuesta en el despacho parroquial de nuestro templo.

Muchas gracias a todos por participar. Gracias por hacer comunidad fuera de nuestra parroquia.