Lo han conseguido. Jesús les ha vuelto a congregar en el nuevo curso. El pasado viernes 5 de octubre comenzaban con ilusión los Cenáculos en nuestra parroquia: un lugar para vivir los hermanos unidos.
En ese día nuestros jóvenes pudieron hacer hincapié en uno de los aspectos más importantes de la vida cristiana: LA ALEGRÍA. Desde la dinámica de la sorpresa pudieron identificarse con el personaje del “payaso” en el circo… Un payaso siempre sabe sacar una sonrisa. El problema es cuando tantas veces la sonrisa es ficticia. Jesús es el único que puede llenar el corazón, y la alegría que Él nos da no es pasajera, no es momentánea. En grupo intercambiaron impresiones sobre cómo muchas personas viven tristes actualmente porque no saben dónde radica la auténtica alegría.