El pasado sábado, día 20 de octubre, retomábamos nuestro voluntariado quincenal. La verdad que la dinámica resultó muy atractiva para nuestras chicas, ya que se trataba de un tema fundamental para el cristiano: el seguimiento de Cristo.
A llegar a la residencia don Diego nos explicó (con unas huellas) el dinamismo misionero de Jesús; hoy sus pies son los nuestros… Las chicas habían llevado en su mochila ese calzado con el que se encuentran habitualmente bien, con el que van a la montaña, o simplemente con el que se ponen al salir con sus amigos… Se lo cambiaron allí mismo. Ese calzado iba a ser especial porque habían contribuido a ser la misma misión de Cristo; ahora ya no era un calzado más, sino el calzado con el que habían ayudado a las personas más mayores.
En la oración pudieron compartir las experiencias más profundas que están viviendo, y al terminar se reunieron en torno a la mesa para compartir juntas la merienda y la amistad.
¡QUEREMOS SEGUIR SUS PASOS!
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