Ayer lunes, 22 de octubre, memoria litúrgica de San Juan Pablo II, comenzábamos en la Parroquia un pequeño grupo de vida con los jóvenes que participan en los diversos ministerios eclesiales. Son ellos los protagonistas de este grupo de reflexión, trabajo, compromiso y oración. Ellos son catequistas, monitores de tiempo libre, cofrades, animadores de grupos… pero quieren beneficiarse de lo que la Iglesia les da, porque «hay que recibir para poder dar».
Acompañados por Don Diego irán profundizando en su vida cristiana como jóvenes cristianos, acompasando su andadura con el método de trabajo que ofrece la Acción Católica General, y que insistentemente se repite en el Plan Diocesano de Pastoral: «crear procesos de formación cristiana que impliquen toda la vida». Rezamos por ellos. Son sal y luz para este mundo, para este tiempo, para esta hora.
¡Gracias por vuestro arrojo!
Debe estar conectado para enviar un comentario.