Cada domingo celebramos que Jesucristo nos salvó, que por nosotros dio su vida y resucitó. Esta es la tónica que celebramos constantemente en el Día del Señor iluminados por la Palabra de Dios.
El pasado domingo se nos invitaba a ser «pescadores de hombres». Jesús se fija en Simón Pedro y le hace descubrir su misión tras de sí. Así es el bautizado: sigue las huellas del Maestro que invita siempre a echar de nuevo las redes. Don Diego nos ayudó a distinguir tantas redes, porque hay redes que te conectan y otras que te atrapan de veras.
Como siempre, el coro animó la celebración; las guitarras, las flautas, la percusión… y las voces angelicales de sus miembros.
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