La fiesta que llega al corazón

Siempre hay motivos para la fiesta y para la alegría. Los necesitamos para seguir caminando. El gran peligro de la fiesta es que se quede solo en lo de fuera, en esa envoltura externa que todo lo camufla. La fiesta siempre mueve el corazón.

En nuestro VOLUNTARIADO, el pasado sábado 19 de octubre, pudimos experimentar cómo la fiesta llena el corazón. Nos acercamos hasta la residencia de Las Angélicas con sombreros de fiesta, despertando sonrisas de las personas mayores. En la cena, en la conversación, nos sentimos enviados a sembrar la alegría.

Basándonos en el texto de Zaqueo pudimos ver cómo también la salvación había llegado a esa casa a través de cada uno de nosotros. Zaqueo sintió la alegría del corazón, la fiesta que comenzaba en lo más profundo de sí mismo. Un corazón lleno de propósitos nos sirvió para poner lo que queremos conseguir este curso.

¡Sembrar sonrisas y felicidad! ¡Sentir la felicidad de quien se sabe útil y dispuesto para darse como Jesús! Grandes momentos con grandes personas. ♥️♥️