Una marionetas para afianzar la vida interior

Las marionetas siempre ponen una sonrisa en el rostro de las personas; muchas veces porque nos meten en un mundo fantástico y de ensueño. Precisamente fueron las marionetas, las nos ayudaron a poder trabajar en el VOLUNTARIADO, el pasado sábado día 23 de noviembre. Con ellas pudimos profundizar en la vida interior.

Lo EXTERIOR siempre es lo más esbelto y lo más resultón, pero muchas veces por dentro, el interior, está vacío y hueco; no tiene nada. Es entonces cuando hemos de llenarlo. Una marioneta, sin una mano que la guía, no sirve de nada.

En ocasiones miramos mucho lo de FUERA, y Dios mira el corazón. Una cosa es lo que vemos y otra cosa es aquello que no vemos, pero que está muy presente. ¡Cuántas veces lo interior lleva lo exterior! ¡Cuántas veces lo exterior es consecuencia de lo que llevamos dentro!

Pensamos que todo esto repercute negativamente en nuestra LIBERTAD. A veces nos sentimos determinados a decir sí, pero Dios respeta mucho nuestras decisiones porque somos hijos queridos.

¡No veáis lo bien que lo hemos pasado con las ancianas contando el cuento de Caperucita Roja! Cada gesto, cada sonrisa, cada detalle, cada lágrima merecen la pena… ¡Chicas valientes y decididas! 🏃‍♂️🏃‍♀️