Los domingos en nuestra parroquia son muy especiales. El templo se llena de vida para la celebración de la eucaristía y todo la mañana es un convivir unidos por Jesús.
La Eucaristía es el momento privilegiado para escuchar la Palabra de Dios y celebrar el amor que Él nos tiene. Además, cada domingo podemos participar activamente de lo que juntos vamos intentando este curso “tocar un pedacito del cielo”.
Los monaguillos son parte fundamental. Con su buen humor nos ayudan a acercarnos a Jesús. ¡Qué bien se lo pasan en la sacristía! Son una mini-familia. Lo hacen muy bien.