Siguiendo la exhortación del Papa Francisco a perseverar unidos en la oración en medio de esta emergencia mundial causada por la pandemia del COVID- 19, queremos acompañaros muy de cerca. Lo hacemos trayendo cada día a vuestras casas el misterio de Dios. Pero además, el pasado Domingo de Ramos, don Diego, desde la azotea de la Parroquia nos dio la bendición con el Santísimo.
Fue una bendición llegada literalmente desde el cielo la que impartió, bendiciendo pausadamente a los fieles desde lo más alto.
Un gesto muy sentido especialmente en un momento en que las misas con la participación física de los fieles se han suspendido debido a las normas de seguridad sanitarias para evitar la propagación del coronavirus. La ceremonia comenzó a las 8 de la tarde, con el aplauso a sanitarios y fuerzas del orden público… Luego, usando siempre la mascarilla quirúrgica protectora, como lo requiere el reglamento anti-contagio, don Diego llevó la custodia en procesión por el tejado, seguido por los vecinos más cercanos que, con sus vivas, palmas y aplausos, vitoreaban al Señor.
Este próximo Domingo de Resurrección, el Resucitado volverá a salir, volverá a bendecidos. Preparad una luz (linterna o vela) y una palabra de aclamación «aleluya».
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