¿Qué significa «Aleluya»?

Durante los cuarenta días de Cuaresma la palabra “Aleluya” desaparece de la liturgia de la Iglesia. No se dice ni una vez. Luego, durante la Vigilia Pascual, el sacerdote entona el gran Aleluya y parece que la Iglesia no puede dejar de repetir esta palabra una y otra vez. Pero ¿por qué? ¿Qué significa y por qué está tan estrechamente asociada a la temporada de Pascua?

«Aleluya», del latín ‘halleluia’, tiene a su vez raíces hebreas en hallĕlū yăh y significa “alabad a Dios”. Se encuentra más comúnmente como una especie de antífona que se repite al final de los salmos. También se encuentra en el libro de Tobías, donde se utiliza como un himno de alabanza para cantar en la nueva Jerusalén. Es y siempre ha sido una expresión de alabanza, para glorificar a Dios por su bondad. Por esta razón, «Aleluya» está tan íntimamente relacionada con una época de alegría y contrasta drásticamente con la sombría actitud de penitencia de la Cuaresma.

La Pascua es un período de gran alegría y exaltación, por lo que cantar Aleluya es la forma que tiene la Iglesia de destacar esta realidad, ofreciendo continuamente alabanzas y honras a Dios.

Sigamos cantando «Aleluya»; Él vive siempre.