Con ganas de empezar «la nueva normalidad»

No cabe duda que ahora todo es muy especial; seguridad, prevención y confianza.
En este ambiente de «nueva normalidad» iniciamos ayer dos días de encuentro y preparación con los niños y niñas de Primera Comunión, que recibirán estos próximos días por vez primera a Jesús en su vida. Una tarde para volver a reencontrarnos y desearnos lo mejor para el nuevo curso que comienza.
Don Cecilio y Don Diego nos dieron la bienvenida en la parroquia. No quiso perderse el momento tampoco nuestro amigo «Minguito». Aún con las mascarillas, el gel y la toma de la temperatura pudimos trabajar largo rato sobre el Sacramento de la Reconciliación y el de la Eucaristía. Baile, merienda y juegos nos animaron a recobrar la fiesta cuando Jesús está en ella.
Finalmente, en la iglesia nos pusimos ante el Señor recibiendo su bendición, el que da un sentido nuevo a todo lo que hacemos.
Emocionante y muy especial fue la Primera Confesión de los niños que comienzan ya a hacer su Primera Comunión, el pasado jueves día 3 de septiembre.
Acompañados por las familias pudieron sentir que Dios les da la oportunidad de seguir creciendo como cristianos. Nos pasa a todos: si el corazón se para y deja de latir nos morimos. A veces, nuestro corazón se queda vacío y hueco, débil y frágil; necesita un empujón para no quedarse en ralentí. Analizando el corazón del Padre, del hijo mayor y del hijo menor (de la parábola del hijo pródigo) entendieron mejor cómo es el corazón de Dios.
«Tiende el Corazón» para ser capaz de ofrecer a otros la misericordia recibida. Ese es nuestro lema este curso: ser cauces de amor de Dios para el mundo.
Junto con los sacerdotes, don Diego y don Cecilio, nuestros catequistas y las familias, hicimos la foto para recordar este día tan grande. Al finalizar, nos llevamos una pulsera que nos recordará que somos «todo corazón» para los demás.