La espiritualidad es el modo de vivir que configura la existencia de toda persona: convicciones, sentimientos, actuaciones; nace de la fe en Dios, del encuentro con Cristo, de dejarse llevar por su Espíritu, y afecta a toda la vida. El ideal lo expresa San Pablo: «Vivo, pero no soy yo el que vive, el Cristo quien vive en mí» (Gal 2, 20).
En nuestro GRUPO DE VIDA, tras haber constituido la solidez y la comunión, damos un paso más a ir poco a poco formando nuestra propia espiritualidad laical. Esa espiritualidad que no es sectorial, sino que va a la totalidad de la existencia.
La contemplación del Dios de Jesús es el punto de partida de todo estilo cristiano de vida, también del laical. Esta actitud de acogida y docilidad se manifiesta, celebra y renueva sobre todo en los sacramentos, principalmente la Eucaristía, donde la Palabra se hace comida y bebida para ser asimilada, compartida y anunciada por cada uno.
Bienvenidos jóvenes a esta nueva etapa que comienza.
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