¡Qué alegría supone que el Hijo de Dios venga a visitarnos! Jesús se ha hecho presente en cada una de las catequesis para bendecir a los catequistas y a los niños. Ha sido un momento muy especial. Él es el Rey de la gloria. Él es la puerta para que podamos entrar al Padre.
Para todos fue una gran alegría. El olor a incienso en toda la casa, las luces de colores, los aplausos de los niños, las oraciones… Un canto de alabanza a Dios.
¡De los que son como ellos es el reino de los cielos!
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