SS.MM. Melchor, Gaspar y Baltasar acudieron por primera vez acompañados de sus pajes ¡No era para menos! Porque en esta ocasión, al ser más difícil congregarse, recorrieron las calles del barrio saludando a todos cuantos quisieron encontrarse con ellos y escuchando los gritos de aquellos que saludaban desde las ventanas: una comitiva real digna de un día de Reyes.

La residencia de Cajaburgos fue el primer alto en el camino. Allí, los residentes, emocionados e ilusionados, aplaudían y aplaudían cuando el rey Gaspar les leyó unas hermosas palabras.

Finalmente, en la misa como es tradición presentaron sus regalos al niño Jesús: otro, incienso y mirra. Emotivo fue el aplauso, cuando al finalizar la misa, el rey Baltasar tuvo un recuerdo por los que sufren a causa de la pandemia.

Y como es costumbre, al terminar, fotos y fotos con los invitados de honor. ¡Gracias por venir a visitarnos y animarnos! ¡Hasta el año que viene!