La alegría de Cristo llena toda la casa. Eso es lo que nos pasó el domingo. Sin tener catequesis por el Carnaval, no quisimos perder la cita dominical con Jesús. Un grupo de niños de Despertar Religioso, con sus familias y catequistas, nos ayudaron a vivir mejor la Eucaristía.
Jesús, ante el leproso que se acerca a Él, ¿cómo actúa? La respuesta es simple: lo acoge, le mira, se compadece y le toca. Ahora, con la pandemia, sentimos el aislamiento del leproso, sobre todo si estamos confinados en casa, pero el leproso encontró a alguien diferente.
Jesús utiliza sus manos para dar la salud. Jesús utiliza gestos para poder comunicarse. Gestos que dan vida. Los niños lo entendieron fenomenalmente. ¡Qué bien lo pasaron! De ellos es el Reino…
Gracias a todos por hacer de esta parroquia, ¡una gran comunidad! Donde se vive y se respira el «buen olor de Cristo».
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