Jesús permanece muy cerca: en nuestro corazón

Llegó el día de la Ascensión y «una nube se lo quitó de la vista». El mismo Cristo asciende y nos precede como «Cabeza nuestra», para que donde Él está un día estemos también nosotros.

En la Misa de Familias descubrimos las diferentes presencias de Cristo: en la Eucaristía, en la Palabra, en la Comunidad, en los Pobres. Y también «en el Corazón». Eso es lo que los niños tenían dentro de un globo. Sustos pero mucha ilusión y sorpresas.

Jesús manifestó confianza a los discípulos para enviarles al mundo. «Id al mundo entero; echad demonios, resucitado muertos, limpiad leprosos».