Avanzando en el curso, hemos llegado al último domingo de mayo. Vivimos una Eucaristía muy especial donde recogimos los mejores frutos de este año tan especial y atípico.
En la solemnidad de la Santísima Trinidad, don Diego nos habló de esa intimidad de la familia trinitaria, y nos habló de cómo cada uno de nosotros estamos sumergidos en esa vida. Uno de esa familia ha venido a visitarnos y nos ha contado cómo es Dios.
Dios es uno solo. Dios es amor. Dios es familia. Que nuestro corazón sea el mejor templo para que Dios pueda vivir.
Debe estar conectado para enviar un comentario.