Siempre hay momentos para compartir la fe, desde la escucha de la Palabra de Dios y el compartir la vida. Espacios de intimidad, de buen ambiente y de FAMILIA.
Jesús, como buen anfitrión, nos ofrece la mesa, la comida, la presencia y la paz. ¿Qué puedes aportar tú? Delante de Dios aportamos lo poco que somos y tenemos, y eso redunda siempre en dones y gracias. Son momentos para seguir construyendo, para seguir creciendo como familia en la Parroquia.
Nuestra misión no es hacer cosas por la Parroquia; nuestra misión es recibir de ella. ¡Gracias por contar con nosotros!
¿Quieres formar parte? «Nunca es tarde».

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