¡Despierta! ¡Que ya llega!

Los cristianos iniciamos un nuevo tiempo litúrgico como un nuevo tramo de nuestro camino con Jesús: el Adviento. Cuatro semanas de preparación para celebrar el nacimiento de Jesús y reafirmar nuestra esperanza en el encuentro final y definitivo con Dios.

Adviento es un tiempo para hacer memoria de que fuimos creados por Dios y destinados para vivir una vida en plenitud. Desde nuestro nacimiento avanzamos ese camino sembrando la vida día a día. Sin embargo, la realidad de este mundo que vivimos, las carencias, dificultades, problemas y nuestros propios trajines desvían nuestro trayecto, oscurecen nuestra ruta, descuadran nuestro proyecto, en suma, adormecen nuestra vida.

Y por eso se hace necesario despertar, centrar nuestra atención en Dios que nos acompaña y nos habla. Es redescubrir el proyecto del Reino tal como Jesús lo vivió y nos lo propuso como camino de salvación. Dios nos habla de distintos modos: desde la intimidad de nuestra vida. Es tiempo de espabilar nuestra vida honestamente ante Dios. ¡Tiempo de ponernos a la escucha!

Pregúntate: «¿Estoy haciendo realidad el sueño de Dios para mí?»