¿Cuándo vas a dar el estirón?

«La medida que utilicéis la usarán con vosotros». Con estas palabras concluía el evangelio de Lucas del domingo pasado.

Allí se nos proponía el mensaje exigente y siempre nuevo del perdón y la misericordia, concretada en el amor al enemigo. Nuestra medida ha de ser siempre el corazón de Cristo; su corazón acoge y no rechaza, perdona y olvida, disculpa y da oportunidades.

Los niños se daban cuenta de que en unos años habían dado «un estirón» (habían crecido en su talla). Dar el estirón cristiano es volverse a llenar de lo que Cristo nos da: su misma persona.