El pasado sábado 23 de abril, diversos miembros de las parroquias del Arciprestazgo del Vena de Burgos peregrinaron a Javier (Navarra). A pesar de la lluvia, fue una jornada bonita de encuentro y convivencia.
Allí pudieron acercarse a la figura de San Francisco Javier, infatigable misionero que llevo adelante la máxima de Jesús de ir al mundo entero y proclamar el Evangelio a todas las gentes. De su gran corazón y de su ardor misionero nace la fe en pueblos numerosos de oriente. Visitaron el castillo de Javier donde el nació y celebraron la Eucaristía en la Basílica del mismo lugar.
Por la tarde hubo tiempo para acercarse al Monasterio de Leyre (Navarra) y conocer mejor la labor de los monjes benedictinos que lo habitan; un monasterio que tiene como madre el Monasterio de Santo Domingo de Silos. Allí, ante la imagen de la Virgen cantaron la salve y le pidieron a ella por todas las iniciativas evangelizadoras de nuestras parroquias.
Finalmente pudieron disfrutar de la belleza del pueblo aragonés Sos del Rey Católico, lugar donde nació el mismo rey Fernando el Católico; recorrer sus calles, visitar sus rincones y descubrir la maravilla del paisaje y sus costumbres.
Según nos relata don Diego Mingo, arcipreste del Vena: «La jornada vivida nos ha animado, nos ha hecho más cercanos entre nosotros. Momentos así nos dan ilusión nueva para seguir anunciando a Jesús cada día, donde cada uno se encuentre. La Iglesia es camino y es encuentro».














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