Las fiestas en honor de San Martín de Porres comenzaron el pasado martes, 2 de noviembre, con la Ofrenda Floral al santo: un signo de veneración, respeto y cariño. Muchos feligreses y devotos no quisieron perder la ocasión de presentarle, junto con las flores, el corazón rebosante de agradecimiento. Era uno de los actos previstos para el 50º Aniversario. San Martín de Porres fue canonizado el 6 de mayo de 1962 por el Papa San Juan XXIII; nuestra Parroquia erigida diez años más tarde.
Unos años después de la muerte de San Martín de Porres, según los testigos narran, al destapar la tumba para proceder a su beatificación dicen que el olor que desprendía era el de «un aroma de flores», maravilloso y penetrante. Por eso, nuestro templo se inundó de color y de un aroma especial… ¡Queremos ser buen olor de Cristo para todos! Que por las obras otros conozcan a Cristo, y conociéndole le sigan.
Tras la ofrenda tuvo lugar la Misa de Difuntos, para recordar y rezar por los que nos han precedido con el signo de la fe y duermen el sueño de la paz. en esta Eucaristía se impuso la medalla a los nuevos miembros de la asociación «Amigos de San Martín de Porres». El Coro Parroquial puso a través del canto el tono de solemnidad a este acto tan entrañable.
Os seguimos contando…


































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