«Cambiamos por puntos por las comas»

Cada domingo celebramos que Dios está con nosotros, en medio de la comunidad reunida en su nombre. Nos acercamos al final del año litúrgico y ya las lecturas nos ponen en la tesitura de contemplar el final de la vida: la vida eterna.

La canción que ya sabemos: «Había una vez un barquito chiquitina, que no sabía que no sabía navegar». ¿Y por qué no sabía? ¿Qué le pasaba? Es lo que no conocemos. El caso que le quitamos ese «punto final» a la canción y añadimos «una coma» y continuamos la canción.

La muerte no es el final. Esa vida eterna la vamos anticipando con la fe, la esperanza y la caridad. ¡Una manera se mantener firme nuestra adhesión! ¡Maravilloso!

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