«Se levantó e hicieron un gran banquete»

Mateo, que estaba al mostrador de los impuestos, al oír de labios de Jesús el «sigueme» se levantó al instante, lo dejó todo, y se fue con Él. Y ya en casa, celebraron un gran banquete. Mateo es un hombre de contrastes pero de decisiones valientes.

Fue en torno a la mesa donde ya Mateo le abrió el corazón. Ahí fue donde descubrió la mirada serena y misericordiosa del Maestro. En torno a la mesa, entendía la VOCACIÓN a ser apóstol.

¡Seguimos caminando! Levantando el corazón . ¡Diciendo sí al Señor en su Iglesia!

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