«Estrenamos la Navidad con la bendición de las imágenes del niño Jesús»

En el cuarto domingo de Adviento nos reunimos para bendecir las imágenes del Niño Jesús que ponemos en los belenes de nuestras casas.

Muchas familias han traído la imagen del Niño; las hemos bendecido y también hemos inaugurado un Nacimiento colocado en el jardín de la torre de nuestro templo: un precioso misterio con las siluetas de María, José, el Niño, el ángel y la estrella.

Sabemos que todo lo que rodea a las fiestas de Navidad es muy bonito pero carecería de razón si no le damos el auténtico sentido por el que se celebran: el nacimiento de Jesús. Durante estos días contemplaremos asiduamente en nuestros hogares el pesebre con la imagen del Niño Jesús.

Vamos a dejar que entre en nuestros corazones. Vamos a dar un paso de confianza y mirar al presente, y al futuro con ojos de esperanza. Vamos a decir que «sí» a Dios.

Dejemos atrás los miedos. Que no nos paralicen los temores. Reza, sueña, arriesga, no cierres tus puertas, abre tu vida, sal al mundo, ve a los más pobres… atrévete…

Hemos aprendido que la cercanía, el silencio y la humildad son las actitudes mejores para hacer que la espera del Señor sea serena y verdadera. ¡Esperamos que vengas! ¡Ven, Señor!

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