«No hay temor en el amor»

El miedo es un experiencia central de la vida humana que nos hace tomar conciencia de ser criaturas frágiles y amenazadas de muchas maneras.

Puede ser un camino que nos conduzca Dios, al hacernos reconocer su misterio y nuestra necesidad de salvación; pero, sinceramente de una falta de confianza, debilita nuestra fe y nos paraliza.

«Ánimo, soy yo. ¡No tengáis miedo!» Es la experiencia de los apóstoles al verse tumbados por el oleaje del mar, tambaleándose por el viento… Pero Jesús sale, se hace el encontraizo y todo se serena.

También nosotros venimos con nuestros líos, con tantas cosas por dentro, pero queremos descansar en su corazón.

Tú, Señor, eres la llave maestra que abre los candados, destruyes los cepos, y llenas de sentido cada instante.

¡Rezamos por nuestros jóvenes!

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