«Un as debajo de la manga»

Dios siempre se saca un as de la manga y hace que todo funcione; el Él quien tiene en su mano el saber y el conocer.

Abrahán, tembloroso y extrañado, se queda titubeante ante la invitación del Señor de salir de su tierra. Sabe que Dios no permitirá que le suceda nada mano. La última palabra siempre es la suya.

Jesús sabe que la pasión causará confusión entre los discípulos y muchas dudas acerca de su persona; por eso les anticipa su gloria en el Tabor. La última palabra siempre la tiene Dios.

Sigamos caminando confiados en la promesa de Dios, alentados por su ejemplo, iluminados por su luz.

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